miércoles, 24 de julio de 2013

Cuento:


   


Cada domingo constituía una aventura más... con apenas 4 años mis energías se concentraban en ver:

  • Nubeluz
  • El Club de los Tigritos
  • Los Supersónicos
  • Los Picapiedra
  • Los Pitufos
  • Las Tortugas Ninja


                                                                  

                                                                                                       
Todos esos programas hacían que mis domingos fueran súper especiales. Aquel domingo Mami aún no me había anunciado que iba a ser mucho más especial...era día de visitar a Tía Gloria (que en paz de descanse), Tía tan querida de mi Abuelo materno, que sabía cómo dejarnos una sonrisa resplandeciente por todas sus atenciones y dedicaciones. Gracias a ella tenía mis Barbies, bueno... aunque lamentablemente otra amiga las disfrutó, porque se las presté y nunca me las devolvió, pero esa es otra historia.

Esas visitas eran maravillosas, mi hermano y yo disfrutábamos de:
  • Un hermoso y gran jardín. 
  • Comíamos carambolas.
  • Montábamos columpios y el regreso a casa siempre incluía un regalo. 
Ese día estando en el jardín, me percato de que hay un triciclo y con mucho entusiasmo empecé a montarlo y a recorrer todo el patio; la felicidad fue mayor cuando Tía Gloria me dijo que ese triciclo era mío: la alegría me rebosaba ¡por fin iba a tener un triciclo! y desde ese momento mis padres delimitaron su uso: advirtieron a mi hermano no montarlo, porque el triciclo quizás no soportaría su peso y porque era muy travieso y muy “destructor”.

Tanto fue el entusiasmo que lo monté desde la casa de Tía Gloria (Bella Vista) hasta mi hogar (La Otra Banda). Sin embargo, mi hermano no se resistía a montar el triciclo, estaba desesperado por disfrutarlo...y ¡valla sorpresa!, ese mismo día, en un descuido lo montó y lo condujo tan rápido que chocó de golpe con un tanque con agua y, sumado a su peso, lo desbarató.

Mi alegría por mi triciclo duró poco, mi triciclo también duró poco y las reclamaciones a mi hermano ¡sí que duraron mucho!, pero el amor entre nosotros permaneció intacto.


Lo material puede extinguirse, pero el Amor no pasará, nunca pasará.


Toma de Decisiones


La Importancia de la Toma de Decisiones



Es necesario destacar la importancia del proceso de toma de decisiones como elemento clave en nuestras vidas, ya que diariamente tomamos muchas decisiones y no siempre lo hacemos de una manera planificada, sino que muchas veces nos llevamos de los impulsos.

Para muchas personas, tomar decisiones importantes en la vida les supone un cierto temor o incertidumbre, por si se elige incorrectamente. Cuando se trata de decidir una ocupación o estudios, éste proceso está cargado de inseguridad, porque sabemos que esta elección va a marcar nuestro estilo de vida y porque somos conscientes de que estamos decidiendo nuestro futuro profesional y vital.

Tomar una buena decisión consiste en trazar el objetivo que se quiere conseguir, reunir toda la información relevante y tener en cuenta las preferencias del que tiene que tomar dicha decisión. Si queremos hacerlo correctamente, debemos ser conscientes de que una buena decisión es un proceso que necesita tiempo y planificación.

Por esto, la única manera de tomar una buena decisión es a través de la aplicación de un buen procedimiento, o modelo de toma de decisiones, el cual nos ahorrará tiempo, esfuerzo y energía. 

Entre los criterios para tomar una decisión eficaz se encuentran:
  • Concentrarse en lo realmente importante.
  • Realizar el proceso de forma lógica y coherente.
  • Considerar tanto los elementos objetivos como los subjetivos y utilizar una estructura de pensamiento analítica e intuitiva. 
  • Recoger la información necesaria para optar o elegir.
  • Recopilar las informaciones, opiniones, etc., que se han formado en torno a la elección.
  • Ser directos y flexibles antes, durante y después del proceso.

EL PROCESO DE TOMA DE DECISIONES


La necesidad de tomar decisiones rápidamente en un mundo cada vez más complejo, demandante y en continua transformación, puede llegar a ser muy desconcertante, por la imposibilidad de asimilar toda la información necesaria para adoptar la decisión más adecuada. Todo ello nos conduce a pensar que el tomar decisiones supone un proceso mental, que lleva en sí mismo los siguientes pasos:

A. Identificación del problema: tenemos que reconocer cuando estamos ante un problema para buscar alternativas al mismo. En este primer escalón tenemos que preguntarnos, ¿qué hay que decidir?

B. Análisis del problema: en este paso habremos de determinar las causas del problema y sus consecuencias y recoger la máxima información posible sobre el mismo. En esta ocasión la cuestión a resolver es, ¿cuáles son las opciones posibles?

C. Evaluación o estudio de opciones o alternativas: aquí nos tenemos que centrar en identificar las posibles soluciones al problema o tema, así como sus posibles consecuencias. Nos debemos preguntar, ¿cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada alternativa?

D. Selección de la mejor opción: una vez analizadas todas las opciones o alternativas posibles, debemos escoger la que nos parece más conveniente y adecuada. Observamos como aquí está implicada en sí misma una decisión, en esta ocasión nos preguntamos: ¿cuál es la mejor opción?

E. Poner en práctica las medidas tomadas: una vez tomada la decisión debemos llevarla a la práctica y observar su evolución. Aquí reflexionamos sobre: ¿es correcta la decisión?

F. Finalmente evaluamos el resultado: en este última fase tenemos que considerar si el problema se ha resuelto conforme a lo previsto, analizando los resultados para modificar o replantear el proceso en los aspectos necesarios para conseguir el objetivo pretendido. En esta fase nos preguntamos, ¿la decisión tomada produce los resultados deseados?

Lo importante es adoptar un enfoque proactivo de toma de decisiones, es decir, debemos tomar nuestras decisiones, sin esperar a que los otros lo hagan por nosotros, o bien, a vernos forzados a hacerlo.

Posibles Fallos o Errores en los que Podemos Incurrir en la Manera de Tomar Decisiones, entre los que Destacamos:


  • No realizar un buen estudio de la situación. Falta de información. No se tienen datos.
  • Falta de decisión porque no se posee la información completa. Perfeccionismo y maximalismo.
  • Tratar de resolver los síntomas en vez de las causas. Favoreciendo la precipitación y superficialidad.
  • Demorar sucesivamente la decisión por temor a equivocarse.
  • Meticulosidad extrema que provoca el aplazamiento de la decisión.
  • Cambio constante de prioridades. Indefinición. Falta de objetivos.
  • Decisiones extremadamente rápidas, casi compulsivas, para acabar “cuanto antes” con el problema.
  • Considerar sólo la primera alternativa de que se dispone. Plantear los problemas sólo como sí o no.
  • Decidir entre las alternativas por “intuición” sin elaborar unos criterios.
  • Intuición, sin más. Corazonadas. Impresiones.
  • Absoluto acomodamiento a los criterios tradicionales o convencionales para tomar decisiones.
  • Pretender resolver un excesivo número de problemas y tomar simultáneamente muchas decisiones.
  • Falta de anticipación de riesgos. Falta de previsión. Falta de imaginación.
Todo este proceso de toma de decisiones se debe asumir con RIESGO, porque toda decisión lo conlleva, y aunque haya sido planificada y planeada cuidadosamente en todas sus alternativas, toda elección comporta en sí misma un riesgo. También con RENUNCIA, ya que en el mismo momento que optamos por una alternativa (decisión) estamos renunciando a posibles ventajas de otras opciones y finalmente con RESPONSABILIDAD, quien toma una decisión debe aceptar la responsabilidad de sus consecuencias.

Video: Guía para Tomar Decisiones.




Fuente: Martínez, P. Profesora Titular del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación.

Las Decisiones Marcan la Trayectoria de la Vida


¿A QUÉ SE ENFRENTAN LOS ADOLESCENTES?



Tomar una decisión quiere decir elegir entre, al menos, dos opciones posibles. Elegir quiere decir enfrentar más de una posibilidad y tomar una postura propia ante lo que enfrentamos. Las decisiones que se toman durante la adolescencia trascienden. Esto quiere decir que marcan las siguientes etapas del curso de la vida. Quiere decir que sus consecuencias se manifiestan, a través del tiempo, en la juventud, la madurez e incluso la vejez. 

El proyecto de vida puede convertirse en un marco vital que permita a las y los adolescentes tomar las mejores decisiones: las más informadas, las más debatidas, las más reflexionadas, las decisiones que más apoyen y propicien la cristalización de sus anhelos, de sus planes, de sus ilusiones.

Cuando durante la adolescencia las y los jóvenes formulan sus propios proyectos de vida, tienen con ellos una trinchera donde guardarse durante las tempestades (crisis familiares, desencuentros de par a par o angustias particulares, por ejemplo); un edificio al abrigo del cual trabajar planes y hacerse de herramientas (como conocimientos o destrezas); y un marco de referencia que guíe y oriente su toma inteligente, sensible y pertinente de las decisiones que marcarán el rumbo de sus vidas. 


La vida es un camino en busca de algo, una lucha por algo. Si no tuviéramos esta perspectiva, la palabra “ojalá” o “mañana” no existiría. Viviríamos sin una línea de proyección más alta. Si queremos mejor calidad de existencia, lo real nos duele por la perfección que no tenemos. Todos poseemos las capacidades para componer un mundo mejor. 

Sentimos necesidad de ponernos en camino. El camino es largo (depende de la meta), pero es un camino. Cuanto más vivo es el ideal, más fuerza tengo; cuanto más tibio es el ideal (por temores, exceso de prudencia, desconfianza), nos adaptamos y no avanzamos. 

ENTONCES, ¿DÓNDE ESTAMOS Y DONDE QUISIÉRAMOS LLEGAR?

Debemos optar y decidir, ponernos metas próximas y metas distantes. No hay un camino fluido siempre existen obstáculos de diversa índole. Tendremos que esforzarnos por vencer las dificultades. Los obstáculos, para la mayoría son desafíos que se transforman en proyectos.

El adolescente debe enfrentar un conjunto de desafíos y tareas en su proceso de convertirse en adulto. Esto le exige optar en distintos ámbitos de la vida: valores, estudios, amistades, trabajo, pareja, etc. Las decisiones que tome en esta etapa repercutirán indudablemente en su porvenir. La apertura hacia la búsqueda de nuevos incentivos y la consecuente tensión que genera la motivación, esa marcha hacia el futuro y la transformación del presente que ya no satisface es característica del ser humano. 


Un proyecto de vida se construye poco a poco en un clima de autenticidad y respeto. El pasado y futuro están siempre presentes en la construcción de un proyecto, es la insatisfacción del presente y el deseo de otras posibilidades, es la acción siempre abierta y renovada de superar el presente y abrirse camino, alternativas y proyectos nuevos. El proyecto se construye sobre una mezcla de libertad y necesidad. 

Es un proceso constructivo que utiliza la experiencia anterior, sus posibilidades y las alternativas concretas que ofrece el ambiente en cierta etapa de la vida. En la adolescencia el proyecto es indispensable para lograr la individualización. 

EDUCACIÓN Y PROYECTO DE VIDA 


Para la construcción de un proyecto de vida es necesario incluir como tema fundamental la preparación intelectual y la capacitación. La cultura del permanente aprendizaje, debe ser un hábito que incluyamos en nuestro listado de herramientas para el logro del éxito en las cosas que realizamos y los proyectos que nos planteamos. 

La elección de una adecuada carrera y del camino que queremos seguir, debe ser combinado con nuestros gustos y tendencias a lo que más nos gustaría o gusta hacer. En ocasiones puede ser necesario buscar orientación profesional para determinar nuestro futuro profesional; si no nos sentimos satisfechos con nuestro trabajo, hay menos posibilidades de realizarnos como personas y como profesionales, disminuyendo nuestra verdadera felicidad. 

La información es la herramienta para el éxito, y la deserción escolar sólo genera más pobreza y disminuye las oportunidades. El éxito está en nuestras manos, sólo nosotros podemos decidir cómo saldremos a delante y la fuerza que le impongamos al logro de nuestras metas. 


IDENTIDAD Y PROYECTO DE VIDA: 



Existe una relación entre las aspiraciones y metas que el adolescente tiene para su futuro y su conducta frente a situaciones de riesgo para su vida. Aquellos con expectativas más altas, desarrollan conductas protectoras que le evitan los riesgos tanto en su vida sexual como en el consumo de psico-activos.

Planear la vida permite ubicar en forma más clara sus posibilidades dentro de un contexto real, para que sus conductas se proyecten hacía el futuro. Elementos como la toma de decisiones, la asertividad, los valores y la autoestima si son integrados en la estructura psico-social del adolescente contribuirán a definir su nivel de aspiraciones y las posibilidades de cumplirlas.

Llegar al final de la vida satisfechos de haberla vivido plena y adecuadamente es una de las metas principales del ser humano y la vida se va en este esfuerzo. Mientras más temprana sea la planeación, mayores posibilidades habrá de alcanzar las metas.

Hay que aprender a fijarse metas concretas y programar actividades consecuentes. Hacer de cada evento una oportunidad de aprendizaje y de autoconocimiento.

Video: Proyecto de Vida para Jóvenes.



Proyecto de Vida




Planear la vida requiere, como primer paso, conocerse a uno mismo, saber cuáles son nuestras fortalezas y debilidades, cuáles son nuestros principios y valores, cuáles son nuestros recursos personales y qué es aquello que deseamos para el futuro; de esta forma, es mucho más fácil poder encaminar las acciones diarias para alcanzar los objetivos tanto personales y familiares, como sociales y de trabajo.

La vida no solamente se limita a fechas y eventos en nuestra historia, sino que es un proceso en el que permanentemente nos vamos conociendo más; vamos adquiriendo conocimientos, habilidades y experiencias, las cuales compartimos con la gente que nos rodea. La vida se trata de encontrarle un sentido a lo que hacemos y buscar la manera de aportar algo a la sociedad en la que vivimos, empezando por nuestra familia.

       Es Necesario Planear!


Una condición necesaria para que se pueda realizar un proyecto de vida, es tener la capacidad de planear nuestra vida y nuestra carrera. Este proceso implica una labor de identificación y análisis personal, que permita tomar las decisiones adecuadas y aprovechar las oportunidades que se presenten en el camino, con el fin de lograr nuestros objetivos. La planeación ayudará a darle sentido a nuestras acciones de una manera organizada y con base a nuestra propia realidad. 

Es importante resaltar que existen dos aspectos constantes que se dan en la planeación:

1. La anticipación: la cual se refiere a nuestra manera de reaccionar en el presente para obtener algo en el futuro, ésta es una cualidad intrínseca en el ser humano, que nos permite adaptarnos y sobrevivir.

2. La decisión: que es el hecho de hacer una elección consciente ante una situación dada, con el fin de obtener algo de ella, planear supone hacer una serie de decisiones conscientes y responsables, lo que permite ejercer nuestra libertad.


PASOS PARA ELABORAR EL PROYECTO DE VIDA


1. AUTOCONOCIMIENTO



Para poder comenzar con un proyecto de vida, lo primero que se debe hacer es conocerse a sí mismo, saber qué es lo que quieres, aunque esto implique algunas veces probar, arriesgarse, evaluar y corregir nuestras acciones.

Pasos Importantes para Llegar a Conocerte:

1er paso: Reconocerte. 

Algunas preguntas que pueden ayudar a comenzar con el proceso de autoconocimiento son las siguientes:

  • ¿Cuál es el sentido de mi vida?
  • ¿Para qué estoy en este mundo?
  • ¿Cuáles son los principios con los que me siento identificado?
  • ¿Cuáles son mis valores personales?
  • ¿Con qué me siento comprometido?

2do paso: Entender mi historia.

Un siguiente paso, será analizar y conocer nuestras experiencias personales, historia, pasado, y la manera en cómo hemos ido formando la persona que somos actualmente, de modo que podamos entender mejor nuestro desarrollo y cómo esto influye en nuestro presente y futuro.

Para apoyarnos en este trabajo, una buena manera de reflexionar sobre nuestra propia vida es escribir una autobiografía, en la que de manera personal y creativa se describa cómo ha sido nuestra vida, destacando aquellos aspectos que parezcan más importantes.

3er paso: Análisis interno y externo.

En el proceso de autoconocimiento es de vital importancia que se realice un espacio para generar un diagnóstico personal, el cual permitirá detectar y reconocer nuestras fortalezas y debilidades como personas, así como las oportunidades y amenazas de nuestro entorno.

Dentro del ámbito interno, se considera como fortalezas aquellas cualidades positivas que tenemos y que representan una ventaja que facilitará alcanzar los objetivos que se formulen en nuestro proyecto de vida.

Por otro lado, pensaremos en debilidades al referirnos a las cualidades negativas que todos tenemos y que significan una desventaja o dificultad para el logro de nuestros objetivos. En este análisis será importante revisar nuestros factores físicos, intelectuales, emocionales, educativo-culturales, socio-económicos y espirituales

En cuanto al ámbito externo, se entiende por oportunidades a aquellas circunstancias que se dan o podrían darse dentro de nuestro entorno y que podrían beneficiarnos para alcanzar nuestras metas personales.

De este modo, las amenazas serán las situaciones que probablemente representen un riesgo o peligro en nuestro medio y pudieran dificultar el cumplimiento de las metas.

Dentro del análisis externo se debe considerar elementos como: familia, pareja, trabajo, escuela, así como factores políticos, sociales, económicos, culturales y tecnológicos de nuestro país o del mundo.

Para lograr lo anterior, se puede utilizar una técnica de diagnóstico muy utilizada en el ámbito empresarial: El Análisis FODA:




Este instrumento es muy sencillo de realizar y puede aplicarse en diferentes circunstancias (análisis individual, familiar, de grupo, empresarial, etc.)


2. ACTITUD DE APRENDIZAJE




Una vez que se haya realizado el proceso de autoconocimiento, es importante que tomemos el tiempo necesario para analizar los resultados que se han obtenido en este paso, revisar qué reflexiones y aprendizajes resultaron de estos ejercicios, con el propósito de conocer qué aspectos de nuestra persona debemos cambiar para crecer y mejorar.

La actitud de aprendizaje, dentro del diseño de un proyecto de vida, posibilita tener un aprendizaje significativo, el cual provocará un cambio interno (en las actitudes) que se reflejará en un nuevo comportamiento (en la conducta) y, por lo tanto, ayudará a ser cada día más sabio. Para lograr lo anterior se deben considerar los siguientes criterios:


1    .     Aprender a aprender
      .     Aprender a ser
      .     Aprender a hacer
      .     Aprender a enseñar

3. TU MISIÓN PERSONAL




Conocer y entender nuestra misión personal es indispensable para realizar el proyecto de vida, y alcanzar nuestros objetivos de una forma ordenada y congruente. Nuestra persona será la guía máxima a seguir y permitirá enfocarse en las cosas realmente importantes y ayudará a tomar las decisiones correctas. Redactar la misión personal permitirá marcar la ruta de nuestra existencia y comprometernos en nuestro desarrollo.

Algunas preguntas que pueden ayudar a redactar tu misión son:

  • ¿Cómo te gustaría ser recordado?
  • ¿Qué cosas te motivan e inspiran a vivir?
  • ¿Qué factores tienen mayor influencia en tus decisiones?
  • ¿Cuál es tu filosofía de vida?
  • ¿Por qué razones haces las cosas?
  • ¿Qué le da significado a tu vida?
  • ¿Cuáles son tus deseos y aspiraciones más profundas?


4. FORMULAR OBJETIVOS.


Los objetivos de vida son una propuesta significativa que nos servirá para poder alcanzar nuestra misión personal y satisfacer necesidades específicas en el futuro, por lo que son una de los elementos fundamentales del proyecto de vida.

Los objetivos personales se deberán plantear en función de nuestros principios y valores, por lo que necesariamente serán objetivos positivos y enriquecedores tanto para nosotros, como para nuestra familia y comunidad. Algunas características a tomar en cuenta al momento de redactar los objetivos son:
  • Deben ser realistas
  • Deben ser específicos
  • Deben ser mensurables
  • Deben ser valiosos

5. FORMULAR ESTRATEGIAS.


Una vez que tengamos claro cuáles son nuestros objetivos, es necesario que establezcamos de qué manera podemos alcanzarlos. Establecer estrategias de acción, permitirá saber qué tipo de esfuerzos debemos realizar, cuándo y cómo realizarlos y qué elementos y/o recursos necesitamos para poder hacerlo.


Esta fase del proceso de diseño del proyecto de vida, permitirá generar uno o varios planes con cursos de acción específicos, que permitan alcanzar las metas y, por lo tanto, nuestra misión personal. Generar planes, ayudará a tomar decisiones más acertadas y a diseñar alternativas de acción ante las contingencias que pudieran presentarse en nuestro entorno. Por lo tanto, formular nuestras estrategias de acción implicará el uso de nuestra: inteligencia, creatividad y responsabilidad.


Video: Construyendo el Sendero.





Fuente: Proyecto de Vida, Estrategias para el Estudio y la Comunicación Maestra Patricia Ávila Luna.